Esta marca nace de la necesidad de crear una moda sin género, de
huir de una estética blanda y aburrida. Durante muchos años hemos estado encorsetadas por las barreras que imponía el género, pero gracias a la lucha social y la libertad conseguida durante los últimos años, estos límites se han ido desdibujando Esto ha llevado a Modistilla a ser una marca sin prejuicios y deslenguada. Nacida entre plumas y tacones, Modistilla ha ido creciendo gracias a la comunidad queer y travesti. Sin querer, esta comunidad se ha convertido en un pilar para la firma y ha sido una fuente de inspiración para la creación de nuestras dos primeras colecciones: EXTUPID COLLECTION y HOUSE OF MODISTILLA, en las que reflejábamos la diversión y la ironía a través de diferentes puntos de vista.
Encontrar la inspiración en el humor, el color y la pasión por la moda, es lo que nos mueve a crear, pero sobre todo las ganas de decir:
<>. “Maricón”, “bruja” o “travelo” son algunos de los insultos que un día una comunidad decidió resignificar, reapropiándose de ellos y dándoles un nuevo valor. Siguiendo este ejemplo, desde Modistilla decidimos reapropiarnos del termino quje nos da nombre, y es que, aunque la RAE define “Modistilla” como: <> , también es el apelativo cariñoso que utilizaba el pabre de Pablo para referirse a él cuando empezó a coser.
Al principio era una palabra que le molestaba, pero con el tiempo se enamoró del término. Se dió cuenta de que podía convertirse en
“tu modistilla de confianza” y, al mismo tiempo, utilizarlo para defender un oficio tradicional, infravalorado, y que, a fin de cuentas, es la columna vertebral de la industria de la moda, en el que saber trabajar cada prenda de principio a fin es primordial.